Día 20

Cierto es. Hoy comienzan las vacaciones de Semana Santa. Pero no me da tanta alegría como otras veces. Este año es diferente, no hay la ilusión de años anteriores. No hay ningún plan hecho, ni posibilidad de hacerloEsta Semana Santa no significará nada más que otros nueve o diez días encerrados en casa. Será Semana Santa como podría ser cualquier otra cosa. No digo que vaya a ser horrible. Sencillamenteserá más de lo mismo. 
Uaño recuerdo que fuimos al Vaticano. Creo que esas fueron mis vacaciones favoritas; fuimos a la plaza de San Pedro, pero no vimos al Papa. Me habría hecho tanta ilusión verlo. Mmadreque es muy devota, habla siempre mucho de él. Así que yomás pequeña por aquel entonces, me había formado una imagen idealizada del Sumo PontíficePero, aun así, me encantó la grandiosidad y majestuosidad de la plaza de San Pedro. 
Algunos años hemos ido a la playa. Mi sitio favorito para ir a la playa es NerjaQué bonito el Balcón de Europa, y cómo me gusta ir allí por las noches a tomarme un helado con mi familiaObservar las olas rompiendo por la noche desde el balcón siempre ha sido una de mis actividades favoritas. Y ese ambiente que hay, no , es algo mágico. Y comer un arrocito en Hayo; qué rico. Mrelamo de solo pensarlo. 
Roma fue otro sitio que me gustó mucho, hace dos Semanas Santassi recuerdo bien. No, no fue el mismo viaje que el del VaticanoCuando fuimos al Vaticano, fuimos al Vaticano y cuando fuimos a Roma, fuimos a Roma. Mi madre quería que el viaje del Vaticano fuera uno exprofeso, para mostrar su devociónPero Roma me encantó también. Los italianos tienen un qué  youna alegría vital, que se te pega, y te hace sentir muy bien. 
Entre el Vaticano, Roma, los años en Nerja, y otros viajes a playas diversas, todas nuestras Semanas Santas fueron maravillosas. De hecho, todos los años, al terminar las vacaciones de Navidad, mi mente ya se pone en modo Semana Santa. esperando siempre con impaciencia que llegue el viaje que mis padres tengan programado para ese año.  Me encanta viajar con mis padres. Bueno, siempre me gusta estar con ellos, los tres juntitos. Pero para estar en casa, ya tenemos el resto del tiempo. 
Nseré yo quien se queje de no poder viajar a ninguna parte este año. Me considero afortunada de haber podido realizar todos los viajes que he hecho junto a mis padres en el pasado. Y los que vendrán. Lo de este año no es más que un paréntesis, un hiato que nos hará apreciar nuestra movilidad mucho más en el futuro. A veces damos demasiadas cosas por hecho. 
Teníamos un perroMax, que siempre venía con nosotros en nuestros viajes. Para mis padres era un poco más complicado organizar la logística. Era necesario encontrar hoteles que admitieran mascotas. Al visitar los distintos lugares de interés, en muchas ocasiones no podíamos entrar todos juntosMamá o papá se quedaban con el perro fuera y yo entraba con uno de ellos. Y en la siguiente visita entraba con el otro. A mis padres no les importaba. Decían que, al no entrar todos juntos a todas partes, de esa manera ahorrábamos algo de dinero, y así podíamos ir a más sitios. 
Ecaso es que Max murióHace ya más de 2 años. Hemos hecho dos viajes de Semana Santa sin él. el primer año lo eché muchísimo de menos. Las vacaciones sin Max no eran lo mismo. Eaño pasado ya fue mejor; me había acostumbrado a estar sin él, aunque seguía acordándome mucho. Pero es cierto que el viajar sin mascotas te da más libertadEn la playa no nos hizo falta buscar un lugar donde aceptaran mascotas. Era más aburridopero también más cómodoPobre Max, espero que no me estés escuchando. 
No me queda más remedio este añopues, que vivir de los recuerdos de otros añosMenos mal que son recuerdos bonitos. Al fin y al cabo, dejarse llevar por la imaginación es una especie de viaje. Y además es gratis, y puedes ir donde  quierasPuedes incluso imaginar sitios donde nunca has estado. Aunque no me gusta mucho hacer eso. Luegocuando los visitas, te sueles llevar una decepciónPrefiero dejarme sorprender por la realidad. 
Aquí estoydecía, sin poder tomarme vacaciones este año con mis padres. Estaré con ellossíEso es lo más importanteque podemos estar juntos. Yo, a mis padres, los quiero mucho. Por eso tengo mucho miedo estos días. Porque hay un virus que está matando a mucha gente. Mis padres son jóvenes y fuertes. Pero es que los quiero mucho, y yo no quiero que les pase nada. Y qué pena no poder viajar. Pero claro, estamos de cuarentena.

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